Crónica de una Noche de Verano

Mini jueguito: Con Lady V; ella en su casa y yo en la mia, intentabamos salir de una habitación futurista en el típico jueguito de flash que tantos abundan en la net. A la tarde había comido una buena ración de choco torta endulzado con helado de dulce de leche, chocolate, banana split y granizado, por ende no cené y me quedé boludeando para empezar bien el año. Principio de debate sobre los pasos a seguir, porque muy bien la Lady V me remarca que eran las 12:45 de la noche, y hoy por desgracia había que laburar. Nos despedimos, apagué la computadora y me fui a la cama.

Mi TV Führer: Estoy sobriamente despierto. Prendo la tele. El ventilador de techo al mango, se mueve tanto que siempre flashee que iba a salir volando y me iba a decapitar. Pero ahora estaba tirado en la cama panza arriba, asi que de última me desfigura la cara, lo cual no es mucha pérdida. Forest Gump, la ví muchas veces y no da, sigo yendo y viniendo ¡Seinfeld, buenísimo! Me miro el capítulo, para variar George y Kramer me hacen cagar de la risa, sin dudas fue la mejor serie jamás hecha. Las sábanas se me pegan, qué calor la concha de la lora. Termina Seinfeld. La una y media de la mañana, mejor apago y me duermo.

Dando Vueltas: Giro sobre mi derecha como siempre, mi lugar favorito de mi hermosa cama. Las sábanas se me pegan, las siento calientes debajo mio. Entonces giro hacia mi izquierda y cierro los ojos. Pero al cerrarlos fue como si detrás de mis párpados pusieran una sábana blanca y mi mente proyectara diapositivas. Imágenes de todo tipo, sin ningún eje temático. A eso se le suman voces, diálogos, hipotéticas situaciones. Abro los ojos para terminar abruptamente el show, no estaba para entretenimientos, ¡necesitaba descansar! Me apeé de la cama y me calzé las ojotas.

Choco Torta y un Buen Trago: Agarré la cazuela de postres, y le metí una buena porción de choco torta y muchas bochas de helado. Estoy panzón pero cuando hay calor no importa nada mas que refrescarse. Me voy a la cama con mi sombra llamada Olaf que persigue a todo el que tenga comida. Prendo la tele y miro a ver que hay. Hoy no recuerdo qué miré, asi que la conclusión que puedo sacar es que no había una verga para ver. Terminé mi postre, me calzo las ojotas y llevo la cazuela a la pileta. Ahi, arriba de la mesa, hay un tinto. Está natural y hace calor, pero para conciliar el sueño tal vez funcione. Le saco la tapa y le pego un trago largo. Vuelvo a la cama.

Killswitch Engage: Me empecé a poner nervioso, no puedo estar tan despierto. Girar continuamente en la cama es como quedarse mirando el cursor del word que titila, constantemente, mientras uno espera que se le caiga una idea. Recordé el sonido del celular cuando terminó de cargar, entonces se me ocurrió que la música tal vez sea el sedante que busco. Pongo los auriculares y le doy play a los MP3. Lo único que subí al celular es Killswitch Engage, unos metaleros sacados que me encantan, pero tal vez no era lo que yo necesitaba. Pasan las canciones, yo con los ojos cerrados me imagino un rock star, agitando a la monada que delira con mis canciones. Siempre pensé que hubiese sido un gran músico, pero nunca perseguí mi sueño y ahi quedó: en un cerebro quemado un primero de enero. Sexto o séptimo tema, esto no da para mas. Apago el celular y revoleo los auriculares.

Llamado a la Solidaridad: «¿Habrá algún perdedor conectado a esta hora, tres y pico de la mañana?» Y apareció Mariano Alejandro en el msn, lo cual confieso me dió un poco de culpa por mi cerebro que lo trató de perdedor pero a su vez una profunda alegría por encontrar a alguien que me entretenga en este infierno. Por suerte Mariano Alejandro es un tipo que se banca todas, le confesé lo de perdedor y se cagó de risa. Reimos mas con el semen en el rostro de Panesi que el limado este colgó en su blog Menteplus. Nuestros sueños de vivir con la escritura. Mi promesa de ganar un Nobel y ser como Faulkner: talentoso y borracho. La charla fue breve, pero hermosa. Platicar con Mariano Alejandro siempre es un placer, soy un afortunado en conocerlo. Mariano Alejandro si me leés, sos groso sabelo.

La Vigésima es la Vencida: No sé cuantas veces me levanté de la cama. Pero insistí una vez mas. O me duermo o me pego un palazo en la cabeza. Ni prendí la tele, quedé alli, tendido en las tinieblas, con la almohada húmeda por el sudor de la nuca, las sábanas calientes, sofocantes. Recorrí la cama muchísimas veces esta noche. Incontables veces. Lo último que recuerdo es el dvd y sus números luminósos: 4:32. Hoy, para variar, estoy cargado de laburo, y hecho una momia.