miércoles, noviembre 28, 2007

Un 28 de Noviembre

Todos me saludaron, habían pasado las 12 de la noche, terminado los saludos me dieron el regalo: dos remeras de Maiden que usé hasta desgastarles el estampado, hoy ya guardadas con mucho cariño y nostalgia en mi ropero. Seguimos comiendo, porque en ese entonces comíamos como cerdos durante horas, no es que ahora no pero los años pasan y uno engorda mas fácil entonces comemos como bestias, pero no es nada si comparamos a aquel entonces. No sé que hora era, pero salimos de la parrilla y 3 amigos míos querían ir al lavadero de autos a tomar unas sidras para seguir de festejo. «Tengo que madrugar» decía yo, pero insistieron, era solo unos brindis y ya. No recuerdo qué tomamos esa noche, tampoco recuerdo con nitidez quiénes estaban, con seguridad estaba Toti y el Cheto, creo que había uno mas pero se me va. Lo importante es que de una botella pasamos a dos, y de dos a tres, y no recuerdo cuántas fueron, tampoco recuerdo si hubo variedad de gustos, lo que si recuerdo es que siendo las 5am todavía estabamos ahí. Volví a mi casa rajando, tenía que madrugar, les dije que tenía que madrugar, ahora madrugar y escabiado, lo que me faltaba. Llegué a mi casa y me acosté rápido. Pareció solo una pestañeada cuando mi hermano me zarandeó «Dale, son las 7, ya empieza». Me levanté, hecho un zombie por donde se me mire, no recuerdo si alguna vez tuve tanto sueño como aquel día. Fui a la cocina y me senté frente a la tele, me saludaron y creo que balbuceé un gracias. «Estás estropeado» decía mi hermano, yo ni reacción para contestar tenía. Pasaron dos minutos y estalló el grito, menos el mio que apenas levantó el brazo, maldito mamerto despertate. No terminé de reaccionar que estalló otro grito, ahí si pude sacarlo, a medias, pero lo saqué. No sabía si estaba en pedo o soñando, era todo tan surrealista. Sufrí durante dos horas pero finalmente recibí unos de los mejores regalos de mi vida: Boca campeón del mundo frente al poderoso Real Madrid.

No recuerdo cómo siguió el día, solo recuerdo mi felicidad, el placer que sentía ante la llamada telefónica obligada de mi gente plumífera.

Y para variar la incomodidad que sentí cuando me cantaron el eterno feliz cumpleaños.

Como me sentí siempre en mis cumpleaños anteriores.

Como me sentí siempre en mis cumpleaños posteriores.

Lo mismo que voy a sentir hoy.

1 comentario:

Lady V dijo...

Bueno yo espero que no gane Boca nada :P

Igual: Feliz Cumpleaños!!!!!

Sea Feliz!